Boxeo Caliente
Por Daniel "Mr. Clutch" Mercado Castro
Que velada boxística hubo el sábado. Una noche de Boxeo Caliente, peleas interesantes, un par de sopresas y sobre todo...mucha acción para servir en la mesa un banquete boxístico. Arrancamos con la victoria del cubano Guillermo Rigondeaux (12-0 con 8KO) por decisión unánime (120-108, 120-108 y 120-108) sobre Joseph Agbeko (29-4 con 22KO). El cubano retuvo sus fajas de Super Batamweight de la WBA y WBO con esa dominante victoria. Felix Sturm (38-3-2 con 17KO) se convirtió en el primer alemán en ganar cuatro títulos mundiales al vencer por TKO, a los 2:09 del segundo asalto, a Darren Baker (26-2 con 16KO). Sturm ganó la faja IBF de los pesos medianos. Baker se lesionó malamente la cadera en la pelea y se habla de que posiblemente no pueda pelear nunca más. Esperemos que no sea así. James Kirkland (32-1-28KO) sorprendió todo pronósticos al noquear en el sexto asalto al ex prospecto invicto Glen Tapia (20-1 con 12KO). El dominicano Tapia venía en ascenso como la espuma y lamentablemente Kirkland lo bajo de la nube a golpes.
Shawn Porter (23-0-1-14KO) dio una grata sorpresa al vencer por decisión unánime (115-113, 116-112 y 116-112) a Devon Alexander para arrebatarle la faja Welterweight de la IBF. El cubano Erislandy Lara (19-1-2-12KO) retuvo su faja interina super welterweight de la WBA al vencer por decisión unánime (118-109, 117-110 y 117-110) a conocido Austin Trout (26-2 con 14KO). Trout había ganado 26 corridas, pero ha perdido sus últimos dos combates desde que le ganó a Miguel Cotto. Las ultimas cuatro peleas de Trout han llegado a la distancia. Paulie Malignaggi (33-5 con 7KO) venció por decisión unánime (116-111, 117-110 y 117-110) a Zab Judah (42-9-2NC-29KO) para coronarse campeón peso welter de la NABF. Esto fue una batalla por la supremacía de la ciudad de Brooklyn. Malignaggi sobrevivió una caída en el segundo asalto para dominar literalmente el resto de los asaltos a fuerza de jabs, golpes al cuerpo y buenas combinaciones. Luego del tercer asalto vimos un Judah que dejó de tirar y se limitó a no hacer nada en el ring, lo que arrancó abucheos de los presentes y coros de "boring". No fue una pelea buena para los fans que esperaban mayor acción entre dos rivales conocidos y que eran la estelar de la noche.